En Astrolab le apostamos con fuerza a la importancia de la buena comunicación en las organizaciones.
Desde un inicio, entre otras cosas, nos hemos dedicado a dar herramientas de comunicación que ayuden a los líderes y ejecutivos de las empresas a ser mucho más claros y estructurados a la hora de hablar.
A través del programa iNSPiRA, y algunos otros proyectos, hemos contribuido para formar organizaciones en las cuales las personas se entiendan mejor unos a otros, compartan mensajes de forma efectiva, y así mejorar la interacción.
Pero la comunicación oral oficial no lo es todo. Mientras investigaba, encontré estos párrafos y creo que ayudan a describir muy bien el punto central de este artículo:
Desde hace décadas, la tendencia en los negocios ha sido hacia la informalidad. Nos referimos a nuestros jefes por sus nombres, el “viernes informal” también se observa de lunes a jueves, y las filas rígidas de cubículos han sido reemplazadas por trabajadores que usan computadoras portátiles extendidos en sofás.
Este cambio se ha producido también en el estilo de comunicación. Las juntas y reuniones son reemplazados por chats de Slack y los memos por mensajes de texto. Para nuestros lugares de trabajo cada vez más dispersos y flexibles, eso tiene sentido. Las reuniones consumen tiempo y, a menudo, son innecesarias, de acuerdo con el pensamiento actual de la gerencia, y debemos hablar con los compañeros de trabajo de la forma en que ellos prefieren.
Durante este mes se han discutido temas de cultura organizacional como poder y burocracia, barreras a la agilidad, entre otros.
Para entender cómo funciona todo esto -el ADN de la organización-, podemos empezar por poner atención a lo que sucede en los canales informales de comunicación.
Lo ‘fuera de cámaras’
Los canales informales de comunicación son todos aquellos momentos, herramientas, o fuentes de conversación, que suceden fuera de un formato corporativo, y que no están condicionados por puesto jerárquico, identidad institucional, u otros factores definidos por la organización.
Algunos ejemplos son las plataformas tecnológicas, redes sociales, mensajes de texto, llamadas o emails personales.
De forma presencial, la comunicación informal se presenta en forma de conversaciones improvisadas, sin ninguna estructura o agenda.
¿Por qué consideramos tan importante estas interacciones cotidianas?
En el mismo artículo que cité arriba lo explican de forma muy sencilla: los humanos somos seres sociales y estamos programados para preferir siempre una conversación espontánea y natural. Incluso, en ocasiones, nos sentimos incómodos o intimidados ante mucha formalidad.
Es por esto que lo que sucede “fuera de cámaras” puede darnos mucho más insight auténtico de lo que pasa en tu organización, de cómo se comporta la gente y por qué, ya que en esos momentos las personas no sienten la presión de estar siendo juzgadas.
Los canales informales, como las redes sociales, pueden ser redirigidos como herramientas efectivas de comunicación en la empresa.
¿Cómo sacarle provecho?
Quiero dejarte algunas recomendaciones finales para aprovechar este tipo de momentos o herramientas:
- Si tu oficina se presta mucho a chismes de pasillo o conversaciones personales, dales herramientas para que puedan externar lo que piensan de forma más pública. Un pizarrón o buzón de quejas/ sugerencias/ comentarios, en un área de mucho tránsito y visibilidad, puede ser una buena forma de empezar.
- Si a tu equipo de trabajo no le funcionan las juntas estructuradas y con agenda, no pierdas el tiempo en ellas. Fomenta reuniones más informales, comidas, cenas, cafés, u otros momentos de comunicación en los que se cree más confianza entre ellos y puedan expresarse con libertad.
- Si los canales tecnológicos resultan ser los favoritos y más utilizados, crea grupos en WhatsApp, Facebook, Slack, o la plataforma que utilicen con más frecuencia y a la que estén más acostumbrados.
Con seguridad te sorprenderás de todo lo que sucede día con día entre las cuatro paredes de tu oficina. Y de cómo puedes enfocarlo en favor de la agilidad a la hora de trabajar.