Historias de Conexión

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En este artículo hablaré sobre las Historias de Conexión, y usaré de contexto lo que viví hace unas semanas: una oportunidad para conocer gente nueva y probar mi hipótesis de que casi siempre puedes usar este tipo de historias en interacciones breves.

Latinos en Silicon Valley

Hace unos días me puse un trajecito y asistí al Silicon Valley Latino Leadership Summit en Mountain View, un congreso con un muy buen lineup de speakers latinos (una Executive VP en Wells Fargo, el alcalde de San José California, la SVP de Global Brand & Consumer MKT de la NFL, la VP Global de DEI en LinkedIn, por ejemplo).

Según mis notas, conocí —en el sentido de hablar al menos 2-3 minutos con cada uno de ellos— a poco más de veinte personas, casi todos durante los breaks.

Estos encuentros fueron breves, espontáneos, y casi siempre en inglés, aunque con un “buenos días”, o “mucho gusto”, para darle sabor latino.

Mi intención era siempre la misma: en primer lugar, conocernos. Luego, si había tiempo, hablarle un poco sobre Astrolab y la apuesta que estábamos haciendo con el mercado latino en los US.

El 80% de mi contenido en redes es sobre storytelling, pero quizá dedico más tiempo en mi cabeza a pensar en cómo conocer más personas y crecer mi red. Este hábito o práctica me ha traído una satisfacción grandísima a lo largo de mi vida. En otras palabras:

Mi aprendizaje fue que siempre hubo tiempo, aunque fuera poco, de contar una pequeña historia de menos de un minuto. A veces en treinta segundos.

Como era un evento con muchas personas, y los breaks eran pocos, fui muy pragmático, y decidí contar siempre la misma historia: una que me ayudara a presentarme personal y profesionalmente

En concreto, la historia era un recuento breve de cómo había llegado a Filadelfia hacía un año con intenciones de regresarme terminando ese año, y de cómo hacía unos meses había caído en la cuenta de que había una gran oportunidad de negocio para traer nuestro taller de storytelling para los latinos en US.

Si la conversación daba tiempo, contaba otras sobre:

  • Cómo le había ido a mis hijos los primeros días de clase donde todo era en inglés
  • Cómo mi hijo se había puesto triste cuando le dije que iba a viajar el fin de semana
  • Cómo me deprimí cuando vi que el vuelo Filadelfia – San Francisco era de ¡seis horas!
  • Qué pasó en la entrevista que le hizo Adam Grant a Rainn Wilson (aka Dwight Schrute) el miércoles pasado en Penn

Al menos tres de estas personas —Armando, Franco y Jorge— me presentaron a otros en conversaciones posteriores como “the storytelling guy, you need to meet him!”

Así que si estás en un evento de networking —o en cualquier otro momento social o conversación—, las Historias de Conexión pueden ser una buena herramienta abrir una conversación.

Una alternativa a nuestro rostro

En Thinking, Fast and Slow, Daniel Kahneman cita el trabajo de Alex Todorov, un psicólogo y profesor búlgaro,  relacionado con juicios automáticos alrededor personas.

Todorov probó —y los resultados se han replicado de manera general— que nuestras impresiones inmediatas sobre personas se hacen en función de qué tan seguros nos sentimos alrededor de ellos.

En concreto, Todorov encontró que con una sola mirada al rostro de alguien podemos hacer un juicio sobre qué tan dominante (y por ende peligroso), y qué tanto podemos confiar en esa persona.

La forma de nuestro rostro determina si somos percibidos como dominantes o no, y nuestra expresión —sonrisa, sin expresión, enojados— determina en gran parte el nivel de confianza que damos.

Entonces, nuestra mejor herramienta consiste en sonreír, pero eso sólo resuelve la primera impresión.

La segunda y el resto de las impresiones, se derivan de lo que decimos y hacemos.

En las siguientes entregas hablaré un poco sobre lo que dice la ciencia sobre el poder que tiene el storytelling personal para

  • explicar mejor una idea
  • construir confianza y credibilidad – dejar una huella en la memoria
  • influir juicios y comportamientos

pero todavía no: no quiero aburrirlos tan pronto 😉

Cuándo usarlas

Las Historias de Conexión suelen ser breves y ligeras (uplifting, dirían los americanos), y se usan para hacer sentir bien a tu audiencia. También te ayudan a construir simpatía. Si logras estas dos cosas, tu audiencia estará más dispuesta a escucharte y entonces tendrás más probabilidad de ser recordado.

Ahora, usar Historias de Conexión de manera exitosa es difícil.

¿Por qué son difíciles? Porque las Historias de Conexión son distintas dependiendo de quién sea tu audiencia.

Sí puedes tener algunas Historias de Conexión preparadas, pero muchas veces, es imposible saber por dónde se irá una conversación (¿se le acaba de perder el pasaporte? ¿se inundó su ciudad? ¿compró un nuevo teléfono? ¿encontró un nuevo café?).

Mi ejemplo del evento de networking sirve, pero muchas veces te encontrarás en un tipo distinto de conversación: la plática uno a uno, ya sea porque lograste sacar una cita con un inversionista, porque estás con un prospecto o porque te encontraste con un colega de tu industria en un vuelo.

Cómo usarlas

Las Historias de Conexión pueden ser una manera de presentarte, pero también pueden ser improvisadas, de acuerdo a los primeros temas que surgen en una conversación, mejor conocidos como small talk.

Por ejemplo:

  • ¿Cómo está el calor en tu ciudad? (¡Es broma, no hables del clima! O bueno, sí hazlo: todos lo esperamos)
  • ¿Qué tal el tráfico?
  • ¿Sigues alguno de los equipos de deportes?
  • ¿Te sucedió algo interesante del fin de semana?

En estos momentos, tienes dos alternativas: hacer small talk, es decir, decir cualquier cosa cortés y hasta amable, pero irrelevante y cero memorable.

O puedes compartir algo relacionado con ese sub tema que pueda generar una sonrisa en tu audiencia. Habla sobre tu hija, tu equipo de deportes, tu experiencia en el Starbucks o el malentendido con tu esposo.

Las Historias de Conexión suelen durar menos de un minuto, y se cuentan con energía: al final, lo que quieres es que la otra persona no se arrepienta de invertirte tiempo.

En el post de “Cómo encontrar diez historias en una hora” comparto algunas Historias de Conexión que he usado recientemente:

  • la historia de mi hijo, fan de los Dallas Cowboys, y nuestra visita al juego de los Eagles
  • la historia de cómo mi esposa me dijo que íbamos a tener una hija
  • la historia de cómo rompí una figurita de Baby Jesus, y cómo lo resolví (acá el post original)

Eventualmente, el tiempo para las Historias de Conexión pasa, especialmente si ya un tema definido para esa reunión.

Mi sugerencia es que si ya estás hablando sobre el tema central, evites las Historias de Conexión, salvo que de verdad sientas que vas a agregar mucho valor. Si no eres cuidadoso, puedes sonar rollero, distraído o poco profesional.

Recuerda, el objetivo de este tipo de historias no es persuadir, influenciar, conseguir inversión o cerrar una venta: eso llegará después.

El objetivo de las Historias de Conexión es “caer bien”, lograr relajar a tu audiencia y pavimentar el camino para otros diez o quince minutos de conversación.

Eso es más que suficiente.

Reto

Quiero ponerte un pequeño reto acompañado de una rúbrica para auto evaluarte.

No lo veas como una tarea, sino como una oportunidad de empezar este camino hacia una comunicación interpersonal basada en historias, y por ende, que te sea más fácil ganarte a los demás.

Instrucciones

  1. Abre tu calendario de esta semana
  2. Identifica 1-2 llamadas, juntas o conversaciones con personas nuevas o colegas frecuentes donde haya poco riesgo (o sea, descarta esa presentación final con un cliente, inversionista, jefe o socio… eventualmente aumentaremos la dificultad en estos retos)
  3. Dedícale un minuto a pensar en cada una de estas personas: ¿Cómo son? ¿Qué les gusta? ¿Cuál es su situación personal? ¿Tienen mascotas? ¿A qué equipo le van?
  4. Prepara una pequeña historia que puedas contar en menos de un minuto
  5. Todavía no hemos hablado sobre elementos de las mejores historias, pero va un tip: incluye al menos una línea de diálogo que sirva como punchline y tenga la intención de hacer reír o sonreír
  6. Cuenta la historia en voz alta al menos dos veces antes de compartirla
  7. Una vez que cuentes la historia, regresa a la rúbrica de autoevaluación

Rúbrica

¿Lograste que te pusieran atención? SI/NO

¿La contaste en menos de un minuto? SI/NO

¿Incluiste una punchline? SI/NO

¿Tu punchline hizo reír o al menos sonreír a la otra persona?
SI/NO

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Fecha:
06 de noviembre de 2023


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Cayo Solorio
5 months ago

Riquisismas recomendaciones carnal.

Helena Guajardo
5 months ago

¡Excelente tema, te felicito por lo bien logrado del post! Gracias por el reto, lo tomo y lo compartiré con colegas, estoy segura de que nos aportará cosas muy positivas, como todo lo que Astrolab aporta al mundo.

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