Mis hijos, los personajes de esta historia de cambio
Él es Gabriel.
Cumplió cuatro años la semana pasada. Gabriel tiene un carácter agradable y empático, y a la vez es muy emocional. Quizá tenga que ver que tiene muy buena memoria: no se le olvida nada. Y eso a veces le juega en su contra porque lo hace muy aprensivo.
A Gabriel le fascina jugar con carritos Hot Wheels. Puede pasar una hora sentado manejando sus carritos a través de sus posesiones más preciadas en la vida: sus pistas. Para Gabriel, sus pistas son objetos de muchísimo valor.
Ella es Eva.
Cumple tres años dentro de seis meses. Eva tiene un carácter más ligero y simple que Gabriel. A diferencia de Gabriel, Eva es musical: baila hasta con las alertas del teléfono. Le fascina Peppa Pig, Moana y el color morado. Y comer pretzels.
Ambos tienen el vicio de molestar al otro (entiéndase: empujar, zapear, quitarle un objeto, contra su voluntad, etc). Cuando esto sucede, la paz familiar se desgarra. Y todos perdemos.
Como te imaginarás -o como sabes, si eres madre / padre de más de un pequeño-, no es suficiente con decirles: “ya no se peleen”. Ni cerquita. Se necesita mucho más.
¿Qué hacer, entonces?
El Switch
Switch: Cómo Cambiar las Cosas cuando el Cambio es Difícil es, sin lugar a dudas, uno de los cinco libros que más han influido en el pensamiento y en el trabajo de Astrolab. El libro, escrito por los hermanos Chip y Dan Heath, explora distintas alternativas o herramientas para detonar cambios en todos los caminos de la vida: salud, empresa, gobierno, educación.
Desde que leí Switch, allá en el 2012, he usado innumerables veces los conceptos que sugieren Chip y Dan para muchos problemas, decisiones y opciones que me ha presentado la vida, con resultados muy claros.
La teoría de Switch es que el ser humano cambia gracias a tres tipos distintos de esfuerzos: puedes intentar darle claridad a tu audiencia y explicar cómo tiene qué cambiar, puedes intentar motivar a tu audiencia haciéndole ver porqué cambiar, y/o puedes intentar modificar el entorno alrededor de esa audiencia y así facilitarle el cambio. Para cada una de estas estrategias, los autores revisan tres tácticas distintas.
¿Cómo saber cuál es la mejor estrategia o táctica para un cambio determinado? Dan y Chip te dan sus sugerencias, pero en resumen, lo que te sugieren es tratar con cada una de las herramientas que proponen. ¿Por qué? Porque, dicen los autores,
el cambio no es un evento; es un proceso (…). El cambio funciona mejor cuando la razón, la motivación y el entorno están alineados a ese cambio.
El Switch de mis hijos
Durante estos meses, y en preparación inconsciente a este artículo, he intentado de todo para disminuir la frecuencia de sus peleas. Entiendo que esas peleas son de cierta manera naturales para su edad y su relación, pero también sé -a esto nos dedicamos en Astrolab- que todos podemos cambiar, aunque sea un poco.
Lo interesante, es que mucho de mi esfuerzo para lograr este objetivo tiene su raíz en las distintas estrategias y tácticas que proponen los autores de Switch.
En el resto del artículo me gustaría contarte más sobre estas herramientas en mi trabajo como Papá luchón, y darte algunas ideas sobre cómo podrías usarlas para lograr ese switch e impulsar pequeños cambios en tu equipo, tu jefe y tus colaboradores.
Escribo este texto durante este bimestre donde estamos hablando sobre cómo pasar de sólo planear, a estar experimentando y aprendiendo… que por cierto, ésta es básicamente la definición de la paternidad: experimentar y aprender.
Estrategias y tácticas de cambio para papás… y godínez empoderados
Estrategia: da claridad sobre el cambio, explica los cómos
Táctica 1: Encuentra los bright spots, esos momentos donde el cambio ya se está dando
- Con mis hijos: reconocerles cuando están jugando juntos y/o se están portando bien. “Nos gusta mucho cuando están jugando en paz niños, ¡gracias!” Eso le gusta mucho a Gabriel. Nos contesta, a los pocos minutos: “¿Verdad que me estoy portando bien?”
- En tu trabajo: ¿tienen qué adoptar una plataforma tecnológica nueva que les pidió TI? Háblales sobre cuando tuvieron que bajar X app, o cuando tuvieron que aprender a hacer su declaración de impuestos, o cuando adoptaron SAP. “Ya hemos pasado por procesos como éstos, y nos ha ido bien. Seguro nos va igual ahora en este cambio”.
Táctica 2: Define los pasos críticos
- Con mis hijos: “Oigan, miren. Es muy fácil. Si tu herman@ te molesta, esto es lo que tienes qué hacer: avisarme a mí o a Mamá. Nosotros vamos a ir a ver qué está pasando, y vamos a resolver el problema. Lo importante es nunca pegarle a tu herman@.”
- En tu trabajo: toma el cambio esperado -digamos, una nueva forma de entregar reportes de gastos-, pártelo en tres o cuatro pasos, y explícalo con palabras sencillas. A todos nos gustan las palabras sencillas, especialmente a nuestros cerebros, que detestan usar energías de oquis.
Táctica 3: Apunta hacia el destino
- Con mis hijos: “Niños, su Mamá y yo queremos que ustedes se quieran y se apoyen como hermanos. Por esto es importante que se respeten y aprendan a jugar juntos”.
- En tu trabajo: ten una discusión con el equipo donde les dejes ver a dónde los quieres llevar y porqué es importante. “Me encantaría que la organización viera cómo nosotros estamos dispuestos a resolver los problemas que tenemos con marketing.”
Estrategia: Motiva a tu audiencia
Táctica 4: Encuentra el sentimiento que pueda detonar el cambio
- Con mis hijos: “Eva, si le sigues pegando a Gabriel, ya no va a querer jugar contigo”. O “Nos haría muy felices que ya no se pelearan. ¡Son hermanos!”
- En tu trabajo: ¿quieres que la gente lave sus tazas de café? Un lunes llega antes que todos, confisca todas las tazas, y cuando la gente estalle, saca las tazas y explícales porqué lo hiciste (¡suerte!).
Táctica 5: Encoge el cambio
- Con mis hijos: hacerles ver que es fácil NO pelearse, similar a la táctica 2. “Lo único que tienen qué hacer si el otro empieza a molestarte, es venir conmigo. Me dices y yo voy a ver qué está pasando, ¿ok?”
- En tu trabajo: encontrar una alternativa para hacerles ver que el cambio no es tan difícil como parece. ¿Se tienen que cambiar de oficina porque va a haber una remodelación? “Es sólo por tres meses. ¡Se van rápido! Además se atraviesa julio, donde muchos se van de vacaciones”
Táctica 6: Crece a tu gente
- Con mis hijos: picarles el orgullo diciéndoles “ustedes ya son niños grandes. Los niños grandes no se pelean”. Ésta funciona muy bien. Pocas cosas admiran tanto los niños como a niños un poco más grandes que ellos.
- En tu trabajo: “Nuestro equipo ha logrado mucho. Este obstáculo no es nada contra lo que hemos superado. ¡Claro que somos capaces!”
Estrategia: modifica el entorno
Táctica 7: Modifica el entorno
- Con mis hijos: separarlos, físicamente. “Gabriel, tú vas a jugar acá, y Eva tú vas a jugar acá”. De hecho, es lo que mejor nos ha funcionado. El sólo estar a pocos metros de distancia hace más difícil que se empiecen a pegar con los pies… y eventualmente con las manos. En la cara.
- En tu trabajo: ¿quieres que la gente conviva más en tu equipo? Pon un break a las 11am y otro a las 5pm. No lo hagas obligatorio, pero te aseguro que si pones buen café y unas galletitas, la gente se va a acercar.
Táctica 8: Construye hábitos
- Con mis hijos: igual que con la táctica 2 (pasos críticos), ayúdales a crear el hábito de no devolver un golpe con otro golpe. Más bien, que pidan ayuda para poner orden.
- En tu trabajo: ¿quieres tener juntas más efectivas y rápidas? Empieza a quitar las sillas de la sala de juntas cinco minutos antes de empezar. Te aseguro que las reuniones serán más breves.
Táctica 9: Acarrea a las masas
- Con mis hijos: los seres humanos somos seres sociales, y por esto siempre estamos observando qué hacen los demás. Cuando uno de los dos está en paz jugando con sus juguetes, decirle al otro: “Mira cómo tu hermano está feliz jugando con sus juguetes. ¡Seguro a ti también te gusta jugar así!” (Eva / Gabriel responde que sí) “Bueno, pues por eso es importante no molestarl@”.
- En tu trabajo: ¿alguien no está llegando a tiempo a las juntas? Márquenle por teléfono. “¿Te podemos conectar? Ya estamos todos acá”. Te aseguro que a la próxima llega a tiempo.

En el fondo, sí se quieren.
¿Por dónde empezar? ¡Por donde sea! Empieza con cualquiera y pon atención a lo que sucede. Piensa en el concepto de espagueti en la pared: aviéntalo y si se queda pegado es que ya está cocido (que no me oigan mis amigos chefs hablar tan rupestremente del nivel de cocción de una pasta).
Eventualmente descubrirás -como yo me di cuenta del poder de separarlos- de que algunas tácticas son más fáciles de implementar, tienen más impacto, y son más duraderas.
¡Me cuentas cómo te va haciendo Switch!
I am a student of BAK College. The recent paper competition gave me a lot of headaches, and I checked a lot of information. Finally, after reading your article, it suddenly dawned on me that I can still have such an idea. grateful. But I still have some questions, hope you can help me.