Tony Fadell es un tipo que sabe contar una historia, abre un artículo sobre Fadell, un ingeniero exApple considerado el inventor del iPod y co-creador del iPhone. En el 2010, Fadell salió de Apple para crear Nest, una empresa que vendió a Google por 3.2 billones (miles de millones) de USD.
Hace dos años, Fadell publicó Build: An Unorthodox Guide to Making Things Worth Making. Build es mitad autobiografía, mitad reflexión sobre el proceso de creación de productos.
Leí Build porque en Astrolab estamos siempre pensando en cómo mejorar nuestra propuesta de valor. Nunca me hubiera imaginado que el autor dedicara tanto tiempo a hablar sobre storytelling.
En este artículo quiero compartir tres argumentos a favor de usar storytelling en el trabajo, cortesía de Tony.
Argumento 1: todos necesitamos usar storytelling
Para Fadell, el storytelling es una herramienta fundamental para cualquier líder de negocio. Cuando Tim Ferris le pidió compartir aprendizajes de Steve Jobs, Tony contestó lo siguiente:
Storytelling, storytelling, storytelling.
No importa tu expertise, necesitas aprender a usar storytelling para convencer a otros:
Independientemente de que sea una historia de un producto o de una pieza de software, o cuando intentes cambiar un proceso en el trabajo, o con qué proveedores deberías trabajar, necesitas una gran historia para subir a las personas a bordo.
Por mucho tiempo se ha pensado que el storytelling se refería a una de éstas acepciones:
- Mitos o ficción
- Cuentos, algo para niños
- Hollywood, comix, videojuegos
- Anuncios que ves en el Super Bowl
Fadell, así como la mayoría de los mejores líderes y vendedores han entendido que una interpretación adicional: el uso de experiencias personales o de otros para conectar, comunicarse con claridad e inspirar a la acción.

Phil Schiller, Tony Fadell, Jony Ive, Steve Jobs, Scott Forstall, y Eddy Cueg en el 2007, año de lanzamiento del iPhone
Independientemente del rol que tengas en una organización, es altamente probable que necesitas trabajar con otros, compartir tus aprendizajes y, en ocasiones, convencerlos de una idea. El storytelling es una gran manera de hacer esto.
Argumento 2: el lenguaje técnico es insuficiente para convencer a otros
Para Fadell, las buenas ideas suelen ser insuficientes por sí mismas para mover a la acción. Si no logras convencer a otros, puede ser debido a cómo lo estás diciendo:
Quizá sólo estés usando lenguaje técnico. Te falta la otra mitad.
¿Qué incluye la otra mitad? Principalmente, el porqué detrás de tu idea, es decir, tu visión o el problema que buscas resolver.
En Build, Fadell habla sobre esto. Mucho de su lenguaje parece limitarse al mundo de productos, pero aplica muy similar para cualquier idea o decisión nueva:
Cada producto debería tener una historia, un relato que explique por qué necesita existir y cómo resolverá los problemas de sus clientes (…). El porqué es la parte más importante del desarrollo de un producto. Debe venir primero. Una vez que tengas una respuesta sólida sobre el porqué, entonces puedes enfocarte en cómo funciona.
Piensa en tu organización. ¿Hay algún proyecto, cambio o iniciativa que esté en marcha, y que sea relevante para tu organización?
Quédate con estas palabras de Fadell: los demás carecerán del contexto que tú tienes: “Crees que todos verán lo mismo que tú. Pero no sucederá así. Ellos no llevan trabajando semanas, meses ni años en esto”.
¿Cómo romper esto, que algunos psicólogos llaman la maldición del conocimiento? Necesitas tomar una pausa y articular claramente el porqué, recomienda Fadell.
Argumento 3: usar storytelling hará que tu presentación sea mejor recibida. Pero necesitas practicar
En Build, Fadell explica que para Steve Jobs, sus presentaciones eran mucho más que un script:
Nunca se sintió como un discurso. Se sentía como una conversación. Como una historia.
¿Cómo lograr esta sensación? Con mucha práctica.
Steve no sólo leía un guión para la presentación. Había estado contando una versión de esa misma historia todos los días durante meses y meses durante el desarrollo, a nosotros, a sus amigos, a su familia. Trabajaba constantemente en ella, perfeccionándola. Cada vez que recibía una mirada confusa o una solicitud de aclaración de su audiencia temprana sin saberlo, la pulía, la ajustaba ligeramente, hasta que quedaba perfectamente pulida.
Te toca a ti. ¿Tienes alguna presentación en puerta? No improvises. Te puede servir nuestra guía de comunicación, un instructivo que te ayudará a prepararte para una presentación de impacto.
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