Historias de Origen

Más allá de las Historias de Conexión

Las Histories de Conexión te ayudan a ganarte un poco de atención, pero no te llevarán muy lejos. Eventualmente necesitas hablar sobre ti y sobre tu proyecto.

Ahora, ¿qué es lo que quieres lograr cuando hablas sobre ti y sobre tu idea de negocio?

Casi siempre, una o más de estos cuatro objetivos:

• Que tu audiencia (inversionista, cliente, pareja, amiga) entienda tu idea de negocio de una manera muy clara: cuál es el problema, la solución, producto
• Que tu audiencia aumente la cantidad-calidad de la confianza y credibilidad que sienten (porque eso es, una sensación, nunca una certidumbre ni un estado rígido) por ti
• Que tu audiencia te recuerde y recuerde tu idea (es imposible garantizarlo: por eso hablo de probabilidad)
• Aumentar la probabilidad de que logres influir en juicios y comportamientos de tu audiencia: convencerlos de que eres la persona idónea, de que tu producto es innovador, de que tu modelo de negocio puede funcionar

El problema es que es demasiado ambicioso querer lograr TODO esto al mismo tiempo. Una vez que ya lograste generar simpatía en ti, gánate la curiosidad de los demás.

Mi sugerencia es hacer esto a través de una o más Historias de Origen. En este artículo hablaré sobre este tipo de historias.

Tres Historias personales de Origen

Las Historias de Origen son una manera de narrar cómo llegaste a “la idea” (proyecto, empresa, decisión de vida, producto).

Pueden ser sobre tu carrera —momento en que el descubriste que querías ser abogada, médico, estudiar un MBA, entrar a McKinsey—, o sobre tu idea de negocio. Lo importante es que sean entretenidas, humanas y breves.

Su estructura es muy similar: algo de contexto, luego algo inesperado, finalmente una decisión.

Veamos un primer ejemplo. Ve sólo un minuto de esta liga de YouTube donde Stephen Colbert entrevista a John Krasinski —Jim Halpert en The Office—, y luego regresa acá.

Resumen:

• Le dije a mi mamá que quería ser actor
• Me dijo que estaba bien, pero que me atreviera acambiar de opinión si nada funcionaba
• Le dije que sí
• Casi tres años después, estaba a punto de darme por vencido
• Mi mamá me dijo que me esperara unas semanas más
• Y entonces me dieron el rol en The Office

Veamos otra historia personal, ahora de Jorge Ramos, el periodista y presentador de noticias de habla hispana más famoso en los Estados Unidos. En su TED Talk del 2017, Ramos explica el origen de su decisión por enfrentar a Donald Trump:

Una más, ahora de Scott Harrison, fundador de charity:water, una ONG que para el 2022 había levantado 740 millones de USD:

• Comencé mi carrera trabajando en los bares y clubes de la ciudad de Nueva York. Así que una noche típica para mí: cena a las 10:00, el club a medianoche, después de horas a las 4 de la madrugada y luego llegar a casa tambaleándome alrededor de las 11 de la mañana.
• Estaba tratando de dormirme, eran alrededor del mediodía, tomando Ambien para relajarme. Recuerdo mirar por esta ventana en la calle Houston, en la ciudad de Nueva York. Y otras personas estaban simplemente pasando su hora de almuerzo. Y recuerdo pensar: “Wow. Quiero decir, estoy a punto de irme a la cama, levantarme a las 7:00 u 8:00 p.m. y hacer todo esto de nuevo”.
• Recuerdo sentirme tan poco saludable. Hubo un momento de claridad, un momento de darme cuenta de que mi vida iba por el camino equivocado.
• Así que estoy tratando de salir de los clubes y me estoy hundiendo cada vez más, y hubo una noche, recuerdo que estaba con el nuevo socio del restaurante. Y recuerdo que estaba increíblemente borracho y salí del baño de este club de miembros privados y vi a un portero hablando con mi nuevo socio.
• Tuvieron un intercambio acalorado y mi nuevo socio comercial dijo: “Oye, este tipo me está acosando. Tú conoces al dueño, ¿por qué no haces algo al respecto? ¿Me respaldas o qué?” Y salí tambaleándome a la calle y llamé al propietario y le dije: “Oye, hay un mal comportamiento aquí”. Y ella terminó despidiendo al empleado.
• Y al día siguiente, por lo general dejaba la fiesta en el club en el que trabajaba a las tres de la madrugada, y me fui a las 2:50 a.m. Y de camino a casa, recibí un mensaje de mi portero. “Oye, ese tipo al que acabas de despedir, apareció con una pistola buscándote”.
• Y dije, bueno, voy a tomar un par de semanas y salir de la ciudad. Recuerdo que alquilé un Ford Mustang azul cobalto por un mes y agarré una Biblia. Agarré un paquete de Marlboro Reds. Agarré una botella de whisky. Y me dirigía al norte para tomar un tiempo para reflexionar. Y resultó que nunca volví.

Scott, tomada de https://www.usatoday.com/story/money/careers/getting-started/2018/10/04/scott-harrison-charity-clean-water-people-thirst/1487234002/

¿Con qué te quedas de estas historias? En las tres hay cosas que suceden, algo inesperado que hace sobresaltarnos, y una especie de decisión.

Historias de Origen de empresas

Veamos ahora una historia del origen de una startup.

Joe primero cuenta una pequeña anécdota que ayuda a dar contexto y sirve como preparación al momento fundacional de AirBnb.

Ambas historias hablan sobre el momento específico en que decidieron abrir sus empresas.

Puede ser que no te identifiques con esto, y que sea muy difícil pensar en un solo momento. La realidad es que casi nunca se abre el cielo y escuchamos una voz que dice: “esto es lo que tienes que hacer”. Más bien, varias experiencias, insights, conversaciones y días de estudio se van intercalando hasta que te animas a tomar una decisión.

Pero no puedes hablar dos horas seguidas: necesitas encontrar esos puntos de inflexión en tu historia que sean muy relevantes y te sirvan para justificar tu idea.

Asegúrate de que tu historia tenga estos siete elementos:

Entonces:

• Todas las historias tienen cosas que suceden, y al menos un personaje.
• Las buenas historias tienen un tiempo, un lugar y algunos elementos sensoriales.
• Las mejores historias tienen al menos un diálogo y un elemento inesperado que haga reír o haga sentir algo.

Historia de origen de Astrolab

Cuando hablo de la fundación de Astrolab, cuento la siguiente historia, dependiendo de quién sea mi audiencia, cuánto tiempo tengo (y en qué humor ande):

(Si tengo mucho tiempo, empiezo mi historia acá)
Estudié derecho porque no me atreví a estudiar periodismo. Sentía que dedicar mi vida a escribir y a contar historias era algo ridículo y poco serio, así que me inscribí en la carrera de derecho porque me quería convertir en alguien relevante. El problema es que casi desde el principio entendí que el derecho no era para mí. Las clases eran demasiado grises. Para la mitad de la carrera, estaba a punto de morirme de aburrimiento. Lo único que más o menos me rescataba era mi trabajo como tutor y maestro en una preparatoria.

El 1 de septiembre del 2005, recibí una llamada a la preparatoria donde trabajaba. Me dijeron: “te habla tu mamá, falleció tu abuelo”.

– ¿Cuál de los dos?

– Tu abuelo Heriberto.

En este instante, sentí que algo se rompió dentro de mí. Durante que tenía memoria, mi familia y yo hacíamos lo mismo todos los domingos: íbamos a Misa y luego a casa de mi abuelo Heriberto. Nos recibía en su patio o en su biblioteca en su casa de la colonia Chepevera.

En esas mañanas, mi abuelo nos contaba historias sobre sus viajes, sobre las novelas que leía semanalmente y básicamente sobre su visión de la vida, política, religión, deportes y cualquier otro tema esencial.

Cuando me dijeron que había fallecido, sentí un vacío. Casi al mismo tiempo, escuché una voz dentro de mí que me dijo: “Alguien tiene que seguir contando historias.” Esa noche decidí que lo haría yo.

El día siguiente abrí mi primer blog: mondoli, en Blogspot.

Varios años después, me ofrecí a dar clases en la Facultad Libre de Derecho de Monterrey, donde estudié mi carrera. El Director Académico lo pensó y luego me ofreció dar una clase muy filosófica llamada Direcciones del Pensamiento Jurídico.

A mí me parecía una clase cool, pero a la mayoría de los estudiantes de tercer semestre, me imagino que no tanto.

Para esas fechas, varios de mis amigos habían empezado sus blogs. Uno de ellos, Óscar, había empezado una agencia de branding hacía unos años.

En verano del 2011 escribí un post dirigido a él, donde le preguntaba cómo vender: “Cuéntame cómo vendes. Cualquier cosa: un proyecto, una marca, un nombre”.

¿Su respuesta? “Los grandes líderes, los que inspiran, se comunican de una forma especial. Simon Sinek lo explica muy bien con su “Golden Circle”, y me recuerda un poco a mis clases de filosofía o periodismo: ¿por qué?, ¿cómo? y ¿qué?”

Óscar y yo empezamos a juntarnos varias veces por semana para ver si eso podía convertirse en una idea de negocio.

El problema que queríamos resolver era el mismo que queremos resolver ahorita, doce años después: la comunicación entre dos o más personas es muy difícil. La mente humana es limitada y finita, y eso hace que muchas buenas ideas se mueran antes de posicionarse y adoptarse por otros.

Unas semanas después, Óscar se topó en Twitter a alguien que hablaba sobre storytelling como una herramienta de comunicación interpersonal. Óscar y yo le escribimos a esta persona y nos contó que iba a dar un workshop de storytelling en NYC, así que pedimos un préstamo y nos inscribimos.

Ahí decidimos que queríamos hacer algo similar en México, pero todavía no sabíamos a quién enfocar estos workshops.

(Si tengo más o menos tiempo, empiezo acá)
Por esas fechas, yo trabajaba como abogado. Un día, llegué al corporativo, y esto sucedió:

Ve lo que sucedió aquí 👀

En conclusión: empecé Astrolab junto con Óscar luego Gerardo para ayudar a resolver el problema que existe debido a que los líderes suelen ser poco efectivos para explicar ideas importantes de negocio o de cambio. Ésa es mi Historia de Origen relacionada con Astrolab.

Sugerencias finales

1. Si estás entre ser breve o no, sé breve, siempre y cuando no mates el corazón de tu historia. ¿Cómo saber si mataste el corazón de tu historia? Si no hiciste sentir algo a tu audiencia, probablemente estás siendo demasiado breve
2. No dediques demasiado tiempo a dar contexto sobre tu historia personal: llega lo antes posible al momento del insight y de la decisión
3. Escoge momentos específicos: tres es el número máximo. Lo ideal es que sea un sólo momento, pero rara vez existe ese momento o hito
4. Si estás entre hablar sobre el problema o sobre tuproducto, habla sobre el problema: el problema es lo que hace que los demás te pongan atención… y quizá te inviertan

Reto

Instrucciones

1. Mira la siguiente slide, que incluye los elementos más comunes de un pitch:

2. Ahora, lee estos prompts que buscan ayudarte a sacar historias de tu memoria. Pon atención:

3. Elige 1 o 2 momentos que puedas unir y contar en máximo 90 segundos

4. Practícala 3 veces

5. Mándame un correo con el audio para pasarte feedback: andres@astrolab.mx