Si alguna vez has sentido que tus ideas se pierden en el mar del ruido, o que tus mensajes no llegan a tu audiencia de la manera que deseas, entonces aún tienes un porcentaje de humanidad en tus venas.
Recientemente, Pedro necesitaba reservar una oficina en el edificio corporativo para llevar a cabo una reunión con su equipo. Se comunicó con José a través de “teams” para delegarle esta sencilla tarea:
Pedro: “¿Puedes ayudarme a programar la sala para hoy a las 4:00 pm?”
José: “Ya está reservada.”
Pedro: “Entendido.”
Pedro se centró en preparar su presentación y, a las 4:00 pm se dirigió a la sala, solo para descubrir que “Ya estaba reservada”, pero por alguien más.
Desconcertado, sacó su teléfono para revisar el mensaje que le había mandado a José. La comunicación había sido fluida y sencilla, ¿en dónde estuvo el error?
Cuando José respondió que ya estaba separada, se refería a que ya no estaba disponible “Disculpa pero ya está separada.”
Sin embargo, su lenguaje tenía también otra interpretación: “Listo, ya te la separé”. Esto es lo que Pedro había entendido.
Imagina la frustración de Pedro cuando tuvo que dirigir la sesión con su equipo desde los pasillos del edificio de oficinas.
Ahora multiplica este pequeño error por todas las interacciones que se tienen todos los días en todos los trabajos, por todos los empleados. El número de posibles errores es abrumador.
Esto genera un desperdicio de tiempo, dinero y esfuerzo en quienes trabajamos en un ambiente como estos.
La buena noticia es que este tipo de errores se pueden reducir. En un contexto en donde la atención es un recurso escaso y la información fluye a una velocidad vertiginosa, expresar tus ideas de forma efectiva se ha convertido en una habilidad invaluable.
En un artículo publicado por la EGADE Business School en 2023, la comunicación efectiva es la segunda habilidad más valorada por líderes, compañeros y equipos. Lo mismo ha aparecido en artículos en Forbes y LinkedIn este mismo año.
Recientemente, terminé de leer un libro que acababa de salir en agosto y considero esencial para cualquier persona que desee comunicarse con claridad en un entorno saturado de información. Lo comencé y terminé en menos de cuatro horas, y ahora se ha convertido en una referencia rápida para mí. Su título es “Writing for Busy Readers”.
A pesar de estar dirigido principalmente a personas que desean mejorar sus habilidades de escritura en el mundo empresarial, lo que más me cautivó del libro es que sus principios se aplican igualmente a tus habilidades de comunicación verbal, ya sea en una reunión de trabajo, una presentación, o al lanzar un producto.
Aquí te presento algunas de las principales “reglas” del libro que considero más relevantes:
- Menos es Más: Siempre asume que tu audiencia dispone de poco tiempo para escucharte. Por lo tanto, utiliza menos palabras, menos ideas y ocupa menos tiempo. La brevedad es la clave del éxito.
- Piensa como un Diseñador de Experiencia de Usuario (UX): Facilita que las personas naveguen por tus ideas, ya sea resaltando palabras, títulos y puntos clave verbalmente o a través de elementos gráficos.
- Ordena las Ideas por Prioridad: En lugar de utilizar estructuras poco convencionales que puedan confundir a tu audiencia, jerarquiza tus ideas de la más importante a la menos importante para facilitar su comprensión.
- Escribe con la Perspectiva de tu Audiencia: Enfatiza el valor que tu audiencia desea obtener y adapta tu mensaje a sus necesidades y expectativas.
- Simplifica el Llamado a la Acción: Haz que sea extremadamente sencillo para tu audiencia tomar la acción que deseas. Reduce las opciones y facilita la toma de decisiones.
Si deseas recibir orientación para aplicar estos consejos en tu vida cotidiana, nuestro programa “Inspira” podría ser la solución ideal para ti y tu equipo. Escríbeme a través de os@astrolab.mx y con gusto conversaremos para dar inicio a un proyecto conjunto.